El té es una bebida mundialmente conocida, pero no todos lo beben de la misma manera. Cada país tiene su hora y su ceremonia del té particular, muy parecidas, pero a la vez tan diferentes como únicas.

En el blog de hoy repasamos cómo es esta ceremonia en cinco países del mundo.

REINO UNIDO

Si por algo se conoce Inglaterra, o en Reino Unido en general, es por la hora del té: mini sándwiches, pastas, teteras, porcelana… Sin duda, para ellos la tradición de tomar esta bebida es sagrada. Se dice que no hay nada que no solucione un té y eso los británicos lo saben.

Su tradición se remonta a mediados del siglo XVIII, pero no es hasta un siglo después cuando toma más fuerza. Aunque se tome a todas horas, el té de la tarde, el “Afternoon tea”, es el más común; normalmente se bebe té negro, Earl Grey, Darjeeling o English Breakfast, acompañado de un chorrito de leche o unas rodajas de limón.

El té siempre se acompaña de los típicos mini sándwiches o de pasteles, como los famosos “scones”, acompañados de mermelada de frambuesa o queso crema.

La hora del té es tradicionalmente entre las 3 y las 5 de la tarde. Y una curiosidad: nunca se sopla la taza para que se enfríe, se considera de mal gusto. Lo ideal es removerlo con la cucharilla.

CHINA

Aunque el uso del té se remonta varios siglos atrás, es en el siglo VIII cuando las clases más nobles lo adoptaron como bebida refinada. Ahí fue cuando surgieron las primeras ceremonias.

La ceremonia del té china se llama ‘Gongfu Cha’ (significa algo así como ‘hacer el té con arte o esfuerzo’) y se usan teteras de barro o un recipiente de porcelana. El proceso es calentar el agua, colocar las hojas y servirlo, pero no de cualquier manera: todo tiene su tiempo y su orden.

Para llevar a cabo esta ceremonia se necesitan tres teteras: una para calentar el agua, otra para infusionar las hojas y la tercera para servirlo. El té se sirve en cuencos pequeños, se llenan hasta la mitad y los primeros en probarlos son las personas de más edad. Hay que beber en tramos de tres tragos.

Lo habitual es tomar té blanco, muy delicado y sutil, lo ideal es tomarlo solo, para apreciar bien su sabor.

JAPÓN

Aunque la cultura china y japonesa son similares, lo cierto es que la ceremonia del té es muy diferente. En Japón lo habitual es preparar el té verde o matcha. Esta ceremonia se denomina “Cha-no-yu”, ‘agua caliente para el té’. No cualquier persona puede preparar el té, tienen que estar familiarizados con la producción y los tipos de té.

El té llegó al país nipón para ayudar a la meditación y de ahí se creó la ceremonia, un ritual que busca la forma más perfecta de apreciar esta bebida. Se considera una especia de bebida medicina mágica.

La versión más tradicional dura alrededor de tres horas, el té se mezcla con agua muy caliente en un cuenco de gran tamaño y con un batidor de bambú. Primero se comen unos dulces y después se degusta la bebida, que al igual que en China, se debe tomar en tres sorbos.

El anfitrión lo prepara delante de los invitados, y mientras se prepara, ellos degustan los dulces. Una vez servido, debes coger el cuenco con la mano derecha y colocarlo en la palma izquierda y darle una vuelta de 90º, para mostrarle respeto al cuenco. Una vez se acabe, hay que hacer una reverencia en señal de agradecimiento.

MARRUECOS

Otro de los países con mayor tradición y relevancia del té es Marruecos, los árabes lo consideran un regalo de Alá. Al igual que en Japón, el más común es el té verde, mezclado con hojas de menta, formando el té moruno. Lo más habitual es ofrecer esta bebida a los visitantes y recién llegados en señal de hospitalidad y respeto.

La tetera y la bandeja para servirlo es de metal, pero los vasos son de cristal y con decoraciones árabes, bordes dorados. Se pone una cucharadita de té por persona y se vierte un poco de agua. Esta solución se deshecha y una vez colocadas la menta o la hierbabuena, y el azúcar, se rellena la tetera con agua hirviendo y se pone al fuego.

Una vez preparado, se sirve en tres rondas, acompañados de los dulces árabes. La primera ronda es amarga como la vida, la segunda es más dulce, como el amor, y la tercera, todavía más dulce, como la muerte.

RUSIA

Y finalmente, el último país de nuestro recorrido es Rusia, aquí la ceremonia se llama Samovar. Lo peculiar de esta tradición es que son las señoras de la casa quienes preparan el té, ocasionalmente las hijas mayores; y mientras que los hombres lo beben en vasos, las mujeres lo hacen en tazas. Los recipientes se llenan casi hasta arriba y se acompaña de leche, azúcar, limón y comida.

Las rusas preparan un concentrado de té, llamado Zavarka, que se diluye en agua caliente y se endulza con mermelada. El samovar, que da nombre a esta ceremonia, es el recipiente donde se hierve el agua. La ceremonia se centra en este objeto, creado con un solo objetivo: calentar el agua para el té. Suele estar compuesto por un recipiente de cobre, un tubo por el que se mete en material combustible y en la parte inferior, hay un surtidor para servirlo. En la parte de arriba se reserva un especio para colocar la tetera.

En este caso, el ritual no es tan rígido, sirve para relajarse y socializar, en definitiva, para hablar y pasar el tiempo. El té negro sigue siendo el más habitual, pero el verde es cada vez más popular,